VALENCIA

Seis meses han pasado y seis meses más pasarán, y muchos meses más; pero aunque el tiempo pase, nunca olvidaré esos momentos que viví en Valencia con mis tres locas preferidas.

Allí éramos libres, éramos nosotras mismas, con nuestros más y nuestros menos, con nuestras manías y con nuestras locuras, con nuestros cantes y nuestros bailes, con las risas, con las bromas...

Y no importa dónde vayamos... lo importante es que vayamos juntas...

Ésta ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, y aunque breve, fue muy intensa. Apenas fueron tres días, pero como suele decirse... lo bueno si breve, dos veces bueno.

Y es que las mejores vivencias se miden en instantes; al fin y al cabo somos incapaces de recordar todo lo que hacemos a lo largo de la vida, pero sí podemos recordar milésimas de segundo, instantes que quedarán almacenados en algún rincón de nuestra memoria, y que nos harán disfrutar cada vez que los recordemos.

Y como dice la canción Amigos de Enanitos Verdes...

No importa el lugar, el sol es siempre igual.

No importa si es recuerdo o es algo que vendrá.

No importa cuánto hay en tus bolsillos hoy,

sin nada hemos venido y nos iremos igual.

No importa dónde estás, si vienes o si vas.

La vida es un camino; un camino para andar.

Si hay algo que esconder o hay algo que decir,

siempre será un amigo el primero en saber.

Porque siempre estarán en mí,

esos buenos momentos que pasamos sin saber que...

Un amigo es una luz,

brillando en la oscuridad,

siempre serás mi amigo,

no importa nada más.